Información turística de Málaga
Málaga, es la quinta ciudad de España en número de habitantes. Está situada en el sur de la Península Ibérica, en un privilegiado enclave natural. Su término municipal tiene una superficie de 398,25 kilómetros cuadrados y su población roza los 568.000 habitantes, aunque el área metropolitana se acerca al millón.
Los factores ambientales y geográficos que han incidido de un modo más notorio en el desarrollo y evolución de la ciudad han sido la influencia marina, la ubicación del municipio sobre dos valles fluviales (Guadalhorce y Guadalmedina), su orografía y su régimen climático.
El mar Mediterráneo baña sus costas y los montes de Málaga la circundan, conformando una barrera montañosa que la defiende del frío, caracterizándose su clima por sus suaves temperaturas gracias al papel del mar como regulador térmico. Los meses más cálidos son julio y agosto y los más fríos suelen ser diciembre y febrero. En cualquier caso, las temperaturas medias oscilan son de 22,8º C de máxima y 13 ºC de mínima. La distribución de las precipitaciones en Málaga está bastante bien definida por las estaciones del año, correspondiendo la mayor pluviosidad al otoño y al invierno.
El clima de Málaga es muy templado en invierno, con temperaturas mínimas muy suaves. Los veranos son moderados por la cercanía de la ciudad al mar. La precipitación es baja. Las mayores precipitaciones se producen entre noviembre y marzo, siendo el verano muy seco.
Málaga tiene una media de 2.901 horas de sol anuales. Esto unido a sus suaves temperaturas hacen que en el invierno el clima de Málaga resulte ideal y muy agradable en otoño y en primavera
Málaga se ha convertido en una auténtica Ciudad de Museos. Con un total de 38, la mayoría de ellos concentrados en el Centro Histórico, la convierten en una de las ciudades con mayor densidad de museos en su casco antiguo.
El Museo Picasso Málaga se ha convertido en visita obligada para todos aquellos que deciden conocer la ciudad de Málaga, siendo el museo más visitado de toda Andalucía. Inaugurado en 2003, da cuenta de casi ocho décadas de trabajo de Pablo Picasso, cumpliendo con la voluntad de ofrecer a su ciudad natal una parte del fruto de su talento. La Colección de más de doscientas obras, renovada periódicamente, permite mediante un recorrido temático y cronológico, obtener un conocimiento más profundo de la trayectoria del artista.
Un cóctel en el patio central, una visita guiada a puerta cerrada, un congreso en el Auditorio, un taller de arte para adulto.
El Museo Picasso Málaga ofrece múltiples posibilidades para la celebración de eventos corporativos.
Situado en el Palacio de Buenavista, en pleno centro histórico de la ciudad, el American Institute of Architects premió al Museo con el Institute Honor Awards for Architecture. El jurado destacó «el hermoso trabajo de restauración arquitectónica, acertadamente sencillo, que ha bordado un Museo en el tejido de esta ciudad mediterránea. Las nuevas secciones han sido simple y elegantemente insertadas en el entorno y en los alrededores de un palacio del siglo XVI, patios exteriores y calles de la ciudad».
El Museo Carmen Thyssen Málaga alberga en las salas de su colección permanente un extraordinario recorrido por la pintura española del siglo XIX y comienzos del siglo XX, en el que tiene especial protagonismo la pintura andaluza de paisaje y escenas costumbristas. Estas obras forman parte de la colección más personal de la baronesa Carmen Thyssen y conforman un conjunto de más de 200 piezas que incluye también una cuidada selección de maestros antiguos, de entre los siglos XIII y XVIII.
El Centre Pompidou Málaga ofrece un recorrido por el arte de los siglos XX y XXI con obras selectas de la incomparable colección del Centre Pompidou, una de las dos más importantes del mundo moderno y contemporáneo.
Este recorrido por la historia del arte que se va renovando periódicamente, se nutre cada año, también, de dos a tres exposiciones temporales más una manifestación multidisciplinar Hors Pistes junto con nuevas propuestas semestralmente en el Espacio Público Joven-Exposición Taller.
La experiencia en el Centre Pompidou Málaga se vive a través de programas pluridisciplinares dedicados a la danza, la representación, la palabra y el cine, con la ayuda de dispositivos de mediación destinados sobre todo a un público joven.
Así, el Cubo que acoge el Centre Pompidou Málaga se convierte en una instalación viva, participativa, en la que los talleres, actividades formativas y de difusión generan un fuerte sentido de comunidad creativa. Este equipamiento reafirma, entre sus misiones y prioridades, constituir una plataforma de intercambios entre la sociedad y la creación contemporánea.
El Museo de Málaga es una institución estatal gestionada por la Junta de Andalucía, fruto de la unión administrativa en 1972 de dos antiguos museos provinciales: El Museo de Bellas Artes y el Museo Arqueológico. Cuenta con más de 15.000 fondos de arqueología y una amplia colección de arte de 2000 obras desde el siglo XV al arte contemporáneo. Es uno de los museos provinciales de mayor tamaño de España y de Andalucía.
Su sede es el Palacio de la Aduana, un edificio de estilo neoclásico proyectado en 1788, recordando los palacios renacentistas italianos, con cuatro crujías en torno a un patio central porticado. Además de Aduana Marítima, fue fábrica de Tabacos y sede administrativa, alojando la Subdelegación del Gobierno de la Provincia.
En las últimas décadas se han incorporado piezas procedentes de las excavaciones efectuadas por la Universidad de Málaga. De igual forma, se han ido depositando diversos lotes provenientes de las abundantísimas intervenciones arqueológicas preventivas y de urgencia que en los últimos 20 años se han desarrollado en el casco urbano de Málaga.
El Museo expone, bajo un único relato que explica como en el siglo XIX se forman en el contexto de la Málaga industrial y burguesa las colecciones de arte y arqueología, una sucesión de temas desde la prehistoria al arte contemporáneo, otorgando al propio edificio de la Aduana un importante protagonismo. La exposición se completa con una historia de la propia institución y un almacén visitable que como experiencia pionera se inserta en la visita pública.
La colección de arqueología, organizada en siete bloques temáticos, destaca en piezas singulares como la colección Lorinigiana, los restos óseos de neanderthal de Zafarraya, las colecciones líticas de Nerja, los ajuares de los Dólmenes, las tumbas fenicias de Chorreras o Calle Refino, el Mosaico romano del Nacimiento de Venus procedente de Cártama o los ajuares cerámicos y maderas medievales de la Alcazaba.
En los fondos de arte, aunque el Museo cuenta con algunas obras religiosas de los siglos XVI al XVII atribuidas a Luis de Morales, Murillo, Escuela de Rivera o Pedro de Mena, destaca sobre todo por su colección píctorica del siglo XIX, exponente de la escuela local y de obras representativas del panorama nacional. Pues el antiguo Museo de Bellas Artes se inauguró a comienzos del siglo XX novedosamente como un museo de arte moderno. En la escuela malagueña destacan las marinas de Emilio Ocón y José Gartner, Antonio Reina Manescau, Bernardo Ferrandiz, Denis Belgrano, José Nogales, Antonio Muñoz Degrain, José Moreno Carbonero o Enrique Simonet con su emblemática obra Y tenía corazón. Las vanguardias históricas tienen también un referente en la colección de José Moreno Villa, Joaquín Peinado y la obra gráfica de Picasso. La muestra se completa con una sala dedicada al arte contemporáneo local con referencia a la generaciones de los años cincuenta a ochenta y una sala temporal con producción en papel.
La historia de Málaga hunde sus raíces en diversas civilizaciones y culturas que han dejado una huella imborrable y un legado de enorme valor.
Con cerca de 3.000 años de historia, la ciudad atesora vestigios de fenicios, romanos y árabes.
Esta ruta permiten acercarse a la historia a través de un recorrido por los principales restos arqueológicos de cada una de estas civilizaciones.
Málaga Fenicia: Malaka
Entre los siglos VIII-III a.C se funda la ciudad fenicia sobre los terrenos elevados de la Alcazaba, Catedral y San Agustín.
Los principales restos arqueológicos hallados de la antigua Malaka fenicia y púnica son el santuario de la calle Cister que data del siglo VII a.C., la muralla defensiva (siglo VI a.C) y una tumba, construida con grandes sillares de arenisca y que apareció con el ajuar completo, en la zona de El Ejido, del siglo VI a.C.).
Málaga Romana: Teatro Romano
El Imperio Romano se asentó en Málaga en torno a los siglos III a.C y VII d.C.
El principal monumento de la época que ha llegado a nuestros días es el Teatro Romano, del siglo I d.C.
Junto a él, bajo la calle Alcazabilla, se encuentran los restos de una factoría de garum, del período tardorromano (s. III-V), visitables desde los sótanos del Museo Picasso. Y también bajo el rectorado de la Universidad de Málaga podemos apreciar otros restos de una factoría de salazones.
Al igual que el Museo Picasso, los sótanos del Museo Carmen Thyssen albergan restos arqueológicos. En este caso, se trata de una villa romana del siglo I a. de C.
Málaga Musulmana: Alcazaba
La Málaga musulmana ha dejado un importante legado especialmente relacionado con su sistema de fortificaciones. De todos estos restos y monumentos, la Alcazaba es el de mayor relevancia.
La Alcazaba es un palacio fortificado fundado en el siglo XI, ubicado en la ciudad alta y donde se concentraba el poder administrativo y político-militar de la época.
En el actual Mercado de Atarazanas se localizaron, fuera de la medina, las antiguas Atarazanas, y su puerta principal es un fiel testimonio del reino nazarí (siglo XIV).
La presencia en la ciudad de las edificaciones de la Málaga musulmana es constante. Así podemos comprobarlo por ejemplo en los múltiples restos hallados de la muralla, que aún hoy delimitaría el centro histórico de la ciudad.
Gastronomía
La mayoría de los expertos sobre la cocina malagueña coinciden en poner de manifiesto la sencillez de los ingredientes utilizados, la variedad y riqueza de sus platos y su especial sabrosura. Todas estas características no son más que el resultado de una óptima utilización de los mejores productos naturales empleados en la elaboración de su extenso recetario; un recetario, por cierto, que se ciñe a la perfección a la dieta mediterránea, tan acreditada por sus más que demostrables cualidades saludables.
Legumbres, verduras, carnes, pescados y frutas constituyen los elementos básicos de una cada vez más depurada gastronomía, en cuya preparación destaca el aceite de oliva como imprescindible ingrediente, un producto que en Málaga ha alcanzado las más altas cotas de calidad y es comercializado en todo el mundo gracias a empresas que han hecho de la innovación y el prestigio sus señas diferenciadoras.
Hoy, la ciudad de Málaga dispone de una cocina de altísimo nivel, que ha sabido mezclar la tierra y el mar en sus platos. Todos los productos de los que dispone la ciudad combinan la tradición y la vanguardia, la imagen de calidad y la naturalidad, que hacen que la cocina malagueña se distinga como una de las más destacadas del país, reflejo de la calidad de vida que se respira en Málaga. De este modo, en Málaga es fácil degustar desde los platos más tradicionales y autóctonos hasta los más selectos y sofisticados.
Gracias a la importancia de centros de calidad y prestigio, como la escuela de hostelería de La Cónsula, en Málaga han surgido destacados cocineros, algunos de los cuales, como Dani García o José Carlos García, galardonados con la estrella Michelín. El primero se ha convertido, además, en un gran embajador de la cocina malagueña, hasta el punto de que su restaurante ‘Manzanilla’ ofrece la posibilidad de degustar lo mejor de nuestros platos en pleno centro de la Gran Manzana. Tales éxitos no son más que un reflejo de la calidad de nuestra dieta, declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Y es que nuestra ciudad ha experimentado en los últimos años un formidable salto cualitativo en cuanto a la variedad y la riqueza de formas de entender la cocina. Una serie de nuevos restaurantes han colocado a Málaga en el panorama nacional de la llamada cocina de autor. Estos cocineros han enriquecido la oferta gastronómica de la ciudad desde la alta cocina hasta la cocina del mestizaje hasta tal punto que hoy podemos hablar, sin duda, de una nueva generación de restauradores de nos ofrecen una nueva faceta de la oferta gastronómica de la ciudad.
En una ciudad de poco más de 550.000 habitantes se concentran casi 4.000 establecimientos de hostelería, de los que más de mil son restaurantes, lo que ofrece una ligera idea de que en que Málaga la gastronomía se ha convertido en todo un arte. Así, en el Centro Histórico, junto a monumentos milenarios, como la Alcazaba o el Teatro Romano, en las recónditas calles de la antigua Judería o a la sombra del Museo Picasso y la Catedral, casi trescientos restaurantes ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de una cocina cargada de historia. No en vano, ya hace más de dos mil años los romanos realizaban en nuestra ciudad el famoso garum.
El buen clima del que presume la ciudad ha fomentado, además, lo que es toda una tradición entre los malagueños: salir a las calles a tomar una tapa junto a un buen vino o una caña de cerveza. Fruto de esta costumbre creció un gran número de bodegas y tabernas, en cuyas terrazas malagueños y visitantes simplemente disfrutan de la vida.
El tapeo es una fórmula sabia de probar de todo, o casi todo, y no por gula sino, digamos, por curiosidad culinaria. En la variedad está el gusto. En este segmento gastronómico encontrará de todo: desde las tapas más tradicionales y perfectas hasta las más imaginativas innovaciones. No es necesario recomendar ninguna tapa en especial porque cada establecimiento puede ser un mundo de variantes (no hay dos ensaladillas malagueñas que sepan igual). Hay que dejarse llevar por la intuición. O, mejor dicho, por el sabor.
Como plato tradicional de la cocina mediterránea, el pescaíto frito es uno de los grandes atractivos gastronómicos del litoral malagueño. Típico de chiringuitos, bares y terrazas, su demanda se dispara en las temporadas de sol y playa. El pescado idóneo para la fritura ha de reunir unas características esenciales, características que cumple a la perfección la especie estrella de la fritura: el boquerón malagueño. Y junto a la fritura, otra obra maestra de la gastronomía malagueña: el espeto, la forma tradicional de comer las sardinas en Málaga. Las sardinas, clavadas –o espetadas- en una caña, son puestas al fuego, lo que les ofrece un sabor especial y único.
Como en toda gran ciudad, en Málaga también puede encontrar una amplia variedad de cocinas de otras latitudes: las de siempre y las más exóticas, que en esto también Málaga es una ciudad cosmopolita.
Finalmente, nadie puede marcharse de Málaga sin descubrir un magnífico tesoro a menudo muy desconocido. Málaga goza del privilegio de tener una de las mejores cartas de pasteles del país. Ya sean propios, reinventados, nuevas creaciones o importaciones, la mano dulce de nuestros maestros pasteleros toma cuerpo en verdaderas explosiones de sabor y color. Uno de los momentos más agradables que se puede experimentar en nuestra ciudad pasa por sentarse a tomar una de estas maravillas en cualquier terraza o simplemente sentado en algún banco con su pastel envuelto en una servilleta, simplemente viendo pasar a la gente.
Lo mismo se puede decir de nuestras heladerías:. helados de crema extienden el arte pastelero antes mencionado hasta las frías temperaturas de toda una inmensa variedad de sabores.
Vinos de Málaga
De gran importancia son también los vinos de Málaga. De gran historia, los caldos malagueños fueron muy celebrados incluso en la corte de la zarina Catalina la Grande. Fabulosos en todos los sentidos, los vinos de Málaga muestran una explosión de colores, aromas y sabores que proporcionan a la ciudad una seña de identidad con un estilo y una personalidad diferentes. Muchos de ellos pueden ser disfrutados como postre, acompañando a una repostería que alcanza cotas de singular calidad, tanto si se trata de frutas naturales como de productos de compleja elaboración.
El «Málaga» es un vino ligado históricamente a las artes. Su singularidad y su noble ascendencia lo ha hecho objeto de numerosas referencias literarias. Menciones escritas de los vinos producidos en el benigno clima malagueño existen desde el tiempo de los romanos, si bien es a partir de la presencia musulmana en la tierra del paraíso, Málaga, o como también la llamaban sus poetas, corona de la luna, tesoro escondido o ciudad de la salud, cuando el vino resulta ser la inspiración literaria de numerosos autores.
Po último indicar que existe muchas alternativas para pasar una tarde y noche muy agradable en la ciudad. Podemos encontrar numerosos bares de copas y música, así como mucha terrazas en distintos edificios, abiertas al público para disfrutar la estancia en nuestra ciudad.